Eduardo Mill Ferreyra.
Es este un resumen de un destacado trabajo de nutrición
publicado en la página de Aula Dpc y Semergen, cuyos autores Dr María Luisa
López Días Ufano Médico de familia y coordinadora de GT nutrición y el Dr
Vicente Pacual Fuster Médico de familia y Miembro de GT nutrición, han
desarrollado en el marco de la actividad de formación continuada en Atención
primaria.
Definición de Fibra.
Se han
realizado muchos intentos para su definición. Actualmente se acepta la dada por
L’Agence Française de Sécurité Sanitaire des Aliments, 2002, llamando fibra
dietética o alimentaria al conjunto de sustancias de origen vegetal, en su
mayor parte hidratos de carbono, resistentes generalmente a la hidrólisis por
las enzimas digestivas humanas, pero parcialmente fermentables por las
bacterias colónicas.
La fibra
dietética está formada mayoritariamente por: celulosa, hemicelulosa, pectinas,
lignina, carragenatos, alginatos y gomas.
Existen dos
tipos distintos de fibra dietética: la fibra insoluble, como la
celulosa, algunas hemicelulosas, lignina y otros polifenoles como los taninos
condensados. Predomina en las hortalizas, verduras, algunas leguminosas y
cereales, especialmente abundante en los cereales integrales (el salvado de
trigo es particularmente rico en este tipo de fibra). La fracción insoluble
apenas sufre procesos fermentativos en el colon, y tiene un efecto más marcado
en la regulación intestinal, con reducción del tiempo de tránsito digestivo y
aumeno del peso de las heces, y la fibra soluble, como las gomas,
mucílagos, pectinas, almidón resistente y polisacáridos no amiláceos de reserva
de la planta.
Contenido de
fibra de algunos alimentos.
Alimento
|
Contenido en g/100g
|
Cereales integrales.
|
15-30
|
Frutos secos.
|
5-10-
|
Legumbres.
|
3-6
|
Pan integral
|
5
|
Pasas
|
4
|
Pan blanco.
|
2-3.5
|
Vegetales de hoja y frutas
|
1.5-4
|
Patatas y otros tubérculos.
|
1-3
|
Hortalizas.
|
0.5-3
|
Fibra e Hipercolesterolemia.
Se han
postulado diferentes mecanismos a través de los que la ingesta de fibra
dietética puede reducir el riesgo cardiovascular, así tenemos su capacidad
hipocolesterolemiante al secuestrar ácidos biliares en el intestino delgado y
promover su eliminación fecal, modificando su reciclaje por el circuito
enterohepático, y haciendo necesaria una mayor síntesis hepática de ácidos
biliares a partir del colesterol [3], con una captación incrementada del
colesterol LDL por el hígado y la consiguiente reducción de la colesterolemia.
Aún así su
capacidad hipocolesterolemiante es modesta, se estima que por cada gramo de
fibra soluble añadido a la dieta se produce una reducción de la colesterolemia
de unos 2 mg/dL [6].
Según un
detalle de seguimiento de múltiples estudios la relación entre el contenido de
fibra de la dieta y la enfermedad coronaria es inversamente proporcional y en
parte es la forma de manejo de lípidos una de las causas de esta relación.
Efectos
metabólicos de las fibras.
Alimento
|
Soluble
|
Insoluble.
|
Reducción de colesterol
|
+
|
-
|
Reducción de glucosa.
|
+
|
-
|
Reducción de Insulina.
|
+
|
-
|
Aumento de masa fecal
|
-
|
+
|
Aumento de fermentación.
|
+
|
-/+
|
Disminución de DBT
|
-
|
+
|
Disminución de enfermedad coronaria.
|
-
|
+
|
Los efectos
antiinflamatorios sobre el endotelio vascular que ejerce una dieta rica en
fibra, son mecanismos recientemente explorados que pueden estar involucrados en
la reducción del riesgo cardiovascular. Una revisión que incluye siete ensayos
clínicos, encuentra en seis de ellos unas concentraciones de proteína
C-reactiva significativamente más bajas (25-54%) con consumos elevados de fibra
dietética [16]. La ingesta de fibra dietética total, soluble e insoluble,
también aparece asociada inversamente con las concentraciones plasmáticas de
otros marcadores de inflamación sistémica, como son la interleukina-6 [IL-6], y
el factor-alfa de necrosis tumoral [TNF-alfa-R2] [Según Ma I y col].
Fibra y
Diabetes Mellitus.
La presencia de fibra en la
dieta produce un retraso en la absorción de glucosa en el intestino, fenómeno
que está asociado fundamentalmente con el contenido de fibra dietética soluble.
Las dietas
ricas en este tipo de fibra producen un aumento de la viscosidad del contenido
intestinal, ya que son moléculas que captan agua y poseen la propiedad de
formar geles, lo que disminuye el contacto del quimo gelificado con la mucosa
intestinal y la tasa de digestión enzimática. Por tanto, se reduce la velocidad
de acción de la α-amilasa pancreática que es la etapa limitante en la absorción
de los polisacáridos, reduciéndose consecuentemente la velocidad de absorción
intestinal de monosacáridos y disacáridos (según Perez olleros y col.)
De este modo
la concentración de glucosa en sangre se incrementa más lentamente tras la
comida, lo que: reduce las necesidades de insulina, favorece la formación de
glucógeno y reduce la transformación de hidratos de carbono en triglicéridos
[según Srivastana AK y col].
Fibra y
Sindrome metabólico.
En el
estudio prospectivo CARDIA [26], se observó que la asociación inversa
entre la ingesta de fibra, y tanto el peso corporal como el perímetro de
cintura, era atribuible a la reducción de la resistencia a la insulina.
Habiéndose preconizado una alimentación rica en fibra dietética que permita
reducir el índice y la carga glucémica de los alimentos como tratamiento dietético
del síndrome metabólico [Según Feldestein Setuker kl y col]
Recientemente
se han estudiado los efectos del consumo de 3 raciones diarias de cereales
integrales sobre la presión arterial, encontrando significatividad en la
reducción de la presión arterial arterial sistólica y de la presión del pulso
[30 bis]. También un aumento del aporte dietético de fibra de aproximadamente
17 gramos diarios disminuye la presión arterial sistólica 1.15 mmHg y la
diastólica 1.65 mmHg, planteándose la incorporación de legumbres a la dieta
habitual, como un medio para dotarla del adecuado contenido en fibra que
permita un mejor control de la presión arterial [Según Lee YP y Puddey IB y col].
Fibra y
Obesidad
La fibra
dietética puede facilitar el control calórico de la ingesta y reducir el riesgo
de desarrollar obesidad. Esto parece ligado a sus propiedades físico-químicas
que contribuyen a anticipar y prolongar la sensación de saciedad,
particularmente la capacidad de algunas fibras dietéticas de aumentar la
viscosidad del bolo alimentario puede afectar a la regulación del apetito [32
bis]. Su utilidad es derivada de la capacidad para retener agua e incrementar
el volumen del bolo alimentario, lo que reduce la velocidad del vaciado
gástrico y aumenta la sensación de saciedad [33], a la que también contribuye
el que los alimentos ricos en fibra precisen de una mayor masticación lo que
incrementa el tiempo para su ingestión.
La fibra dietética.
Las
principales propiedades de la fibra dietética son su capacidad de fijación de
agua, su capacidad de fijación de otras sustancias, su resistencia a la
digestión en el intestino delgado y su fermentación en el colon.
Fijación de agua.
La capacidad
de retención de agua viene dada por la hidrofilia de los polisacáridos que
componen la fibra. De hecho, la fibra dietética se clasifica habitualmente en
función de su apetencia por el agua en fibra insoluble (celulosa, lignina y
hemicelulosa) y fibra soluble (pectinas, gomas y mucílagos).
Por esta
razón retrasa el vaciamiento gástrico, prolonga la estancia del alimento en el
intestino delgado y a nivel de Colon aumenta el volumen y su tránsito fecal.
Absorción de
sustancias.
Esta
capacidad deriva bien del atrapamiento de estas sustancias en la matriz de la
fibra, bien de la unión por enlaces químicos a los polisacáridos que la forman.
De especial interés es la capacidad para secuestrar ácidos biliares, sobre todo
de la lignina y fibras solubles, que también son capaces de adsorber el
colesterol.
Fermentación
en el Colon.
La fibra
dietética llega inalterada al colon, donde las bacterias colónicas son capaces
de fermentarla, aunque el grado de fermentación y los productos finales
dependen de muchos factores. Los principales productos de esta fermentación son
gases (CO2, H2,
metano), y ácidos grasos de cadena corta (AGCC). Es por esta razón que la fibra
general un importante papel en la resolución del estreñimiento, pudiendo en
promedio tener la necesidad de unos 20 a 40 gramos al día.
Sindrome de
Intestino Irritable. ( SII)
Desde un
punto de vista teórico, los beneficios que podría aportar la fibra en los
pacientes con SII se derivarían de su capacidad para regular el tránsito
colónico, lo cual sería útil en pacientes con predominio de estreñimiento. La
capacidad de fijación de agua podría mejorar la consistencia de las
deposiciones en pacientes con SII con predominio de diarrea, en este caso la
capacidad de adsorción de ácidos biliares podría reducir el efecto catártico de
éstos en el colon. No obstante, estos posibles efectos del aumento de la
ingesta de fibra sobre los mecanismos del SII no han sido adecuadamente
evaluados.
Cancer de
Colon.
El cáncer de
colon está positivamente relacionado con las dietas ricas en grasa y en
proteínas, y negativamente relacionado con dietas ricas en féculas y en fibra
dietética [61]. Los efectos de los ácidos grasos de cadena corta, en especial
el butirato, sobre el colonocito, llevaron a evaluar su efecto sobre el
colonocito neoplásico, apreciándose un efecto inhibitorio sobre su crecimiento.
Estadísticamente
esta relación parece ser más importante en hombres que en mujeres.
Para
explicar el efecto protector de la FD frente al cáncer de colon, se proponen
diversos mecanismos [62], aunque probablemente el efecto se deba a la suma de
todos ellos: La fibra adsorbe y diluye una serie de sustancias cancerígenas que
pueden estar presentes en el colon. También fija ácidos biliares,
manteniéndolos unidos a su estructura e intefiriendo con su transformación por
parte de las bacterias intestinales en ácidos biliares secundarios, que son
agentes cocarcinogenésicos endógenos. La fibra disminuye el tiempo de tránsito
intestinal, con lo que hay menor tiempo de contacto de los carcinógenos con la
pared del intestino. La FD modifica la flora intestinal, produciendo unas
poblaciones bacterianas cuyos metabolitos son menos peligrosos para la pared
del colon.
La fibra en
la dieta.
En
definitiva la fibra dietética se considera como parte de una dieta saludable,
recomendándose una alimentación rica en divesas fuentes de fibra (cereales
integrales, frutos secos, legumbres, frutas y otros vegetales)
Las
recomendaciones para la ingesta de fibra propuestas por el US Dietary
Reference Intake [46], son de 38 g/día en varones y 25 g/día en mujeres
Las ingestas
dietéticas recomendadas son un consumo de 14 grs. de fibra dietética por 1,000
kcal, o 25 grs. para las mujeres adultas y 38 grs. para los hombres adultos
[47].
Recomendaciones
Europeas adaptadas para dietas de España.
Energía.
|
30-35% predominio de ácidos grsos
monoinsaturados: aceite de oliva.
Se debe ajustar al IMC.
|
Ácidos grasos saturados
|
<7%
|
Ácidos grasos Trans
|
<2%
|
Colesterol
|
<300 mg / día.
|
A.
Grasos n3
|
2g/ día de acido alfa linolenico y 200
mg / día, de ácido grasos de cadena larga.
|
Frutas y verduras
|
>400 g /día.
|
Legumbres, cereales integrales,
pescado, aceite de oliva
|
Fomentar su consumo.
|
Alcohol
|
20-30 g/día de etanol en hombres
10-20 g /día de etanol en mujeres.
|
HTA
|
100 mmol/día ( 2.4 de na o 6 g de
Clna.
|
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