Fiebre para pacientes.
La fiebre habitualmente se vive como un
signo de alarma, tanto por el enfermo, como por los que lo rodean.
En el caso del afectado, se entiende de
acuerdo a la asociación con otros síntomas lo cual hace que los
mismo, empeoran su malestar general.
Creo entender que para el resto de los
que rodean al afectado de fiebre, esto constituye una alarma por
temor a la presencia de una enfermedad grave.
Intentaré explicar como debe ser
interpretado, un proceso febril y se verá que con el control de los
síntomas, en la gran mayoría de los casos es suficiente para
enfermedades que se limitan por si solas.
Se considera fiebre cuando la
temperatura corporal es de 37,5ºc, con lo cual es evidente que es
necesario para tal definición determinar la misma, que se debe
realizar con un TERMÓMETRO, localizarlo en zona axilar, rectal o
bucal, siendo la mas aconsejada la primera.
Esto deja sin importancia a los
síntomas que por la población general es considerada como
equivalente febril, como sensación de cuerpo caliente, tiritones,
escalofrios, ampollas labiales, etc, etc.
Una vez confirmada el valor de
temperatura superior al valor ya detallado, lo primero, no alarmarse,
siempre y cuando solo sea acompañado de un moderado malestar
general, en el caso que se acompañe de síntomas alarmantes como
dificultad respiratoria, cefalea intensa, hemorragia digestiva,
malestar severo en la micción etc. ya se debe considerar la consulta
médica lo antes posible.
Si esto no es así, se deberá ser
atento a la aparición de síntomas agregados que serán de utilidad
para la orientación diagnóstica en la consulta médica.
En definitiva la fiebre es un signo
clínico, decimos los médicos, porque se siente y se mide, los
síntomas solo se sienten no se pueden medir o tocar, como por
ejemplo el dolor.
Su efecto es doblemente efectivo, en
primer lugar da la alarma de que algo no va bien, y por otro lado se
presenta como un mecanismo de protección ya que con el aumento de la
temperatura corporal, desnaturaliza las condiciones esenciales para
la supervivencia de los gérmenes y su reproducción.
La mayoría de las consultas por fiebre
en atención primaria son producidas por infecciones virales,
respiratorias, digestivas o urinarias auto limitadas a el ciclo de
reproducción del virus correspondiente al origen de la infección.
Son casos apartes con necesidad de
consulta rápida los niños de menos de 30 días de vida ( neonatos )
y lactantes menores, como así también todos los pacientes con
condiciones de defensas inmunitarias debilitadas como enfermos de
Sida, diabéticos, enfermos de cáncer, enfermedades reumáticas o
degenerativas en general neurológicos.
Las causas de fiebre son múltiples y
muy variadas desde infecciones, en su mayoría auto limitadas de
naturaleza viral y con resolución espontanea, solo necesario algún
fármaco que controle los síntomas y baje la temperatura para
solucionar el malestar general o es algunos casos de origen por
bacterias que se resolverá con una sesión limitada de antibióticos.
También se puede presentar con fiebre enfermedades reumáticas o
tumorales pero con escasa proporción, y nunca es el debut de inicio
de la patología.
Un ejemplo útil, es que de 100
enfermos con bronquitis aguda, las estadísticas demuestran que 90 no
necesitan antibióticos, por ser de origen viral, no bacteriano.
Consejos de utilidad.
- No se asuste con la aparición de fiebre.
- Mida con termómetro la temperatura corporal.
- Ponga atención a los síntomas que acompañen a la fiebre.
- Si la fiebre se prolonga por mas de dos días, concurra a la visita médica.
- Mientras tanto se puede utilizar antitérmicos para no solo controlar el aumento de temperatura, sino también el malestar general.
Eduardo Mill Ferreyra.
Médico.
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